miércoles, 2 de febrero de 2011

Querido Julio:


Ésta carta es posible que se acumule junto a los diarios que se apilan en la puerta de tu casa, esperando contarte como avanza la involución mundial. Los progresos tecnológicos que hubieras visto en tu televisión sin antena, entre la neblina nicótica que perfumaba tu habitación, que se podía trasladar a cualquier parte del mundo, como bien dijiste una vez, esa habitación podría ser la habitación de un cuarto en París; cuando estabas en Buenos Aires.
Me genera nostalgia que te jubilaras, colgaras el lápiz y dejaras de violar al papel con tus escritos impertinentes alejados del espacio y el tiempo.
 A veces me siento tan impotente, porque me gustaría decirte tantas cosas, que no estás dispuesto a escuchar; cuando pudiste hacerlo, no tuve palabras, no sabía hablar.
Me enamore en el colectivo; en el tren; subte; consultorios; Bares; tiendas; supermercados; en casas, y patios; en el colegio, luego en la facultad y en la calle. Pero en un libro solo me enamore de vos, coquetee con muchos otros, tanto hombres como mujeres, con la vulgaridad petulante Alemana; con la frialdad obsesiva de los suecos; con la fogosidad italiana; con el hervor latino; la sabiduría oriental; la adorable arrogancia francesa; con los estrategas norte americanos y con muchos argentinos, pero solo vos me llevaste a pasear por Francia y por dormitorios plagados de conejitos, me hiciste llorar en un dialogo de ruptura y me definiste en un amor 77 con un tal Lucas, ¿Quién era Lucas? ¿Quiénes eran todas esas mujeres que te acompañaban cuando eras otro?
Vi el crepúsculo, Julio, y llore, porque “para verme tenía que mirarte eso me susurraste cuando me iba a dormir con vos en mis brazos y mientras dormida te arrugaba y al despertar te subrayaba. 
Te hice un regalo, sin dinero, sin pretensiones y sin que vos sepas, te hice un centro cultural, le dibuje una Rayuela y en el cielo de aquel juego escribí esta carta junto a tu cap.32 “(…) te escribo porque no sabes leer. Si supieras no te escribiría o te escribiría cosas importantes. Alguna vez tendré que escribirte que te portes bien o que te abrigues”. La Maga. Espero noticias tuyas, un papel en un cajón o un borrador esperando ser encontrado. Te envió desde la circunstancia temporal un capitulo 7 en tu mejilla izquierda.

                                                                               Eliana  Haydeé Tortorella