miércoles, 12 de junio de 2013



Cuando supe que existías no tenía forma de entenderte o de que entienda que todo estaba a un paso de cambiar, me paré a mitad de camino y miré todo lo que soy, todo eso que no me gustaría que seas, para que nos sufras, para que seas mejor y vi todo lo que debería ser en el futuro y sentí que no iba a poder, sentí que te me ibas a escapar de los brazos porque no sabría como sostenerte.
A medida que pasa el tiempo veo como mi cuerpo entero se va despidiendo de las vírgenes formas, mis pequeños pechos crecen y mi panza asoma hasta hacerse presente, pero todo eso no hizo que te comprenda, sí que te amará, cómo explicar un amor que no se mira, que no se toca y que es mío, infinitamente mío.
Y siendo mas joven que la vida me lo explicaste todo, te moviste y cuando apoye mi mano te moviste más y cuando me puse a llorar bailaste dentro y supe que iba a poder, que sería todo aquello que te haga feliz, que festejaría tu risa, que secaría tus lagrimas, que simplemente daría mi vida para que ese corazón retumbe en el mundo. Y todavía no te conozco.


Eliana Tortorella.