lunes, 6 de noviembre de 2017

Mambos de Freud

Hablo, me escucho y me asusto, aprendo y retomo la última palabra y la reformó y me encuentro una y otra vez, siempre un poco más vieja, el tiempo juguetea con mis marcas de expresión que ya quieren ser arrugas.
Y entre tantas charlas psiconalizando mis malos hábitos apareció una frase que me apropie "yo no tengo nada que ver con mi historia" aunque inmediatamente la resignifique "yo no tengo nada que ver con toda la historia que me hizo llorar".
Y así un poco más liviana dejo ir algo más. Capaz el tiempo me de tiempo a envejecer como una pluma. 

E.T