Por lo general cuando viajo me
pongo los auriculares, creando una protección sonora contra boludos, tengo la
mala costumbre de levantar temperatura e indignarme al pedo. Como cuando veo
una publicidad anti-feminista donde la mujer se pone conchuda una vez al mes, o su mayor logro es sacar una mancha, cocinar pastas y que todos piensen que es
casera. Me prende fuego.
Pero soy medio masoquista, y cada
tanto guardo el mp3 y me pongo a escuchar forradas tale como “Que lindas que estas” como si ser linda
fuera un gran merito “te quedaron divina
las tetas, parecen naturales” ¿ah? “Lo
conseguí con descuento, a ocho mil mangos, re barato ¡está 10.000!” Guarda
ese celular en el roca, pe-lo-tu-do “¿leíste
a fulanito? (dos caritas de somos muy intelectuales)” Lo superficial no
discrimina, y de repente ya no quiero escuchar, pero a veces se leen cosas
peores que las que se escuchan; me empache de intelectuales cool, de autofotos innecesarias,
de tira mierdas por facebook, de vende humo en la vida, de los que te quieren
mucho con palabras lindas pero en los actos, bien gracias, de los ciegos,
dominados y dominantes. En fin no quiero a nadie, ni a mí, soy muy hincha
pelotas y encima enana, capaz que si hago yoga y como un poco de comida casera,
gano un par de años de vida y me vuelvo más copada.
Eliana Tortorella
Momentito a mi no me critiques el yoga. No cambien nunca enana.
ResponderEliminarQue sorpresa más linda éste mensaje! Te prometo que no voy a crecer nunca <3
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