martes, 11 de septiembre de 2012

El grano de arena.

Detrás de los paredones ellos hablan con sus voces, recrean refugios en la irracionalidad de una sociedad que mira hacia el costado equivocado.
Muchos levantaran banderas, pero solo unos pocos se irán a dormir pensando en los que piensan por detrás la coherencia.
Cuando el mundo amanezca sin odio y divisiones, será el día en que el sol queme nuestras miserias por igual y entendamos que somos en el otro.

Imagen: Carolina Vizcaya
Texto: Eliana Tortorella


domingo, 9 de septiembre de 2012

Una foto dentro de otra y otra y otra




 Una vida dentro de otra.

La reconstrucción de un recuerdo.

La creación de una imagen forzosamente estática
perfectamente perfecta prescripta por lateraridad vital.

Retorcida como estas palabras que se niegan a ser
gritan a través del lector.

El recorte sucesivo de la realidad
la fragmentación asechando la continuidad.           

La mortalidad vs. inmortalidades estáticas
que osa la pretensión de la eternidad.

Estas palabras, esta tinta azul,
se llenará de hongos mi piel de papel
en las manos de algún alguien que ayer nació.

El saber sabe que todo tiene un fin, mis palabras (un agente distrajo al escritor) me distraje y perdí la propiedad de las palabras encadenadas.

Perdí la idea, el fin y la conclusión, se encuentra perdida en un miserable recorte de la totalidad de mi fragmentación.

Fin. Retiro lo dicho…. Continuara. (…?)


El multi-reflejo de una foto dentro de otro 

Eliana Tortorella

sábado, 1 de septiembre de 2012

FM


Cuando te conocí no sabia sostener un abrazo, mis días eran largos casi tanto como mis llantos, me paraba en muchos lugares sin saber cual era mi nombre, besaba con pasión y sin amor. El día que te conocí me detuve en tus pestañas, en tu forma de caminar y me aferré a tus labios carnosos refugiándome en cada mordida como mordiendo el tiempo, te preocupaba mis silencios y a mí decir algo incorrecto, de todos modos lo dije, fui, soy y seré la palabra de más. Hoy ya nos conocemos mucho y todavía te preocupan mis silencios y a mí que el mundo nos aturda.

Eliana Tortorella