martes, 18 de diciembre de 2012

Cadáver Exquisito



Podría no leer sobre aquellas palabras que se callan pero es inevitable inventar las respuestas que no se dan, las palabras que necesito para justificar aquello que plasma huecos en mi andar.
Hablo con vos y me acuerdo del tren que soñaba cuando era chica. Trepaba paredes con cascadas decoradas con minúsculas cerámicas de colores. El viento vertical me cerraba los ojos, haciéndome un vacío momentáneo de imágenes imperdibles.

Imágenes que hoy son fotografías recurrentes de la mujer que se para frente a mis ojos, evocando la simpleza de los pequeños detalles; quisiera no interrumpir el dialogo con lagrimas que se empeñan en dar el presente ante el relato que me identifica, te escucho y veo a una niña solitaria de ojos tristes buscando en la deformidad de las nubes aquello que acunaban los sueños, la veo recolectando flores que se secaron como tantas lagrimas.
Me preguntas por qué siempre escribo en minúsculas. Desearía poder escribir en mAyúSculA, pero mi torpeza con ellas es el simbolismo perfecto que me indica que aún no las merezco. Los tacos de mamá lucen mejor adentro de casa.

Me respondes como una mujer, me miras como una niña para camuflar a la perra, para poder presentarla en sociedad, creo que de eso algo sé, MIENTO EN MINUSCULA y digo la verdad en mayúscula, pero soy la lady que en letras se lee incorpórea y pura, soy perra que se disfruta y no necesita dominación ¿Sabes quién sos? cuándo no sos letra.
Si no sos significado, sos significante, palabra usada, tomada, promiscua, pasas por todas las bocas, lenguas y salivas y distintas emociones te evocan. Te morís por ser vociferada sin tomar conciencia que una y otra vez renaces para ser asesinada.
¡Mal interpretada! me dejo nombrar por aquellos que ignoran que quiero estacarme en sus lenguas, me usan y me traducen, quiero ser letra corpórea, que el silencio mate la palabra y me penetre la realidad, quiero darle el fin a la masturbación de la imagen auditiva, quiero ser carne y que el silencio grite de acción en mi cuerpo.

Cadáver Exquisito por Nadia. S y Eliana.T (2007)

viernes, 23 de noviembre de 2012

Dos formas de subirse a la Toyota



Revolviendo sabanas, sentí como mis tripas se estrangulaban reclamando alimento, me levante e impulsivamente abrí la heladera, solo una lata de tomate y una revolución de experiencia licuo mi mente, hecha amalgama gris.
La lata y yo
Yo y la lata
La Toyota
Todo era confuso, quise hablar, no pude, no me entendía, nadie me ayudaba, el discurso absurdo me margino de los otros y hasta de mi súper-yo, como si mi yo se hubiese hartado de mediar con mi primera experiencia de satisfacción.
No tenia ni motivo ni causa para respetar a la lata; con las extensiones de mi torso destroce ese cilindro de oferta, de repente todo era rojo, primario, mis venas tenían semillas y pensé saborear el tuco venático de cabeza y cruzada de brazos, recordé, que el hombre que irrumpió en la cocina era mi padre, que abrigo mi cabeza con su saco de conciencia moral, me enseño reprimir a juzgar mi autentico accionar, entendí, que me moriría en mi realidad, es preferible vivir en una realidad muerta, así debe ser.






  
Pensamiento y razón:
Firma y aclaración:
Tortorella Eliana y Eliana Tortorella 








 
                     

lunes, 12 de noviembre de 2012

Veo veo ¿Qué ves?



Cuando la cosa se levanta de mal humor, mejor ni acercarse es posible que te derrita de un suspiro matutino. Tiene sus días, no siempre se levanta bordo, tiene días transparentes, azules y mis favoritos son los tornasolados; cuando amanece cantando en su idioma y me lleva a bailar sobre las brisas jugando con cada espacio primario, con cada gesto que me delate. Son días largos, literalmente largo, podemos estar bailando semanas, bebiendo ilusiones que se evaporan en el piso,  al compás de risas y llantos ajenos, nosotros bailamos.
La  cosa no tiene forma, la cosa no es real, la cosa me da un beso y mis pastillas dicen good bye.

Eliana Tortorella

jueves, 8 de noviembre de 2012

Pasado mañana





Hoy me di cuenta que ya no recuerdo tu voz.
Hoy me di cuenta que sigo sin poder ver tus fotos.
Hoy me di cuenta que ya no te lloro.
Hoy me di cuenta que ya no te extraño.
Hoy me di cuenta que no morí de tristeza.
Hoy me di cuenta que no estas en la repisa junto a los santos.
Hoy me di cuenta que me cuesta nombrarte.
Hoy me di cuenta lo mucho que te necesite.
Hoy me di cuenta cuanto me doliste.
Hoy me di cuenta que mi niñez se fue con vos.
Hoy me di cuenta que me quede con lo que sobraba de mi.
Hoy me di cuenta que se puede vivir sin vos.
Hoy me di cuenta que quedaron muchos conmigo.
Hoy me di cuenta que no estas solo, porque muchos me dejaron antes.
Hoy me di cuenta que los días serian mas lindos, sabiendo que estas.
Hoy me di cuenta que no te voy a olvidar jamás.
Hoy me di cuenta que me vas a pesar toda la vida.
Ayer me di cuenta que todos estamos muertos, mañana entenderé que vivir y extrañar es solo cuestión de tiempo.

 Eliana Tortorella

martes, 11 de septiembre de 2012

El grano de arena.

Detrás de los paredones ellos hablan con sus voces, recrean refugios en la irracionalidad de una sociedad que mira hacia el costado equivocado.
Muchos levantaran banderas, pero solo unos pocos se irán a dormir pensando en los que piensan por detrás la coherencia.
Cuando el mundo amanezca sin odio y divisiones, será el día en que el sol queme nuestras miserias por igual y entendamos que somos en el otro.

Imagen: Carolina Vizcaya
Texto: Eliana Tortorella


domingo, 9 de septiembre de 2012

Una foto dentro de otra y otra y otra




 Una vida dentro de otra.

La reconstrucción de un recuerdo.

La creación de una imagen forzosamente estática
perfectamente perfecta prescripta por lateraridad vital.

Retorcida como estas palabras que se niegan a ser
gritan a través del lector.

El recorte sucesivo de la realidad
la fragmentación asechando la continuidad.           

La mortalidad vs. inmortalidades estáticas
que osa la pretensión de la eternidad.

Estas palabras, esta tinta azul,
se llenará de hongos mi piel de papel
en las manos de algún alguien que ayer nació.

El saber sabe que todo tiene un fin, mis palabras (un agente distrajo al escritor) me distraje y perdí la propiedad de las palabras encadenadas.

Perdí la idea, el fin y la conclusión, se encuentra perdida en un miserable recorte de la totalidad de mi fragmentación.

Fin. Retiro lo dicho…. Continuara. (…?)


El multi-reflejo de una foto dentro de otro 

Eliana Tortorella

sábado, 1 de septiembre de 2012

FM


Cuando te conocí no sabia sostener un abrazo, mis días eran largos casi tanto como mis llantos, me paraba en muchos lugares sin saber cual era mi nombre, besaba con pasión y sin amor. El día que te conocí me detuve en tus pestañas, en tu forma de caminar y me aferré a tus labios carnosos refugiándome en cada mordida como mordiendo el tiempo, te preocupaba mis silencios y a mí decir algo incorrecto, de todos modos lo dije, fui, soy y seré la palabra de más. Hoy ya nos conocemos mucho y todavía te preocupan mis silencios y a mí que el mundo nos aturda.

Eliana Tortorella

domingo, 8 de julio de 2012

Anónima multitud





Árboles que alguna vez sedujeron a las nubes,
evolucionaron en piedras inertes .
En la vertiginosidad de las sensaciones
No logro saborear ni prescribir una acción.

Ambiciono deslizarme por el bosque de piedra,
mas rápido que una rata a la luz
Corro con la manada hacia las cuevas,
Túneles que transitan las entrañas de esta orquesta de ruidos;
ruidos que explotan en motores.
Me dejan con la intención de un pensamiento,
Perdida, penetrada por gritos antinaturales.

Quiero partir hacia mi refugio; pero no corro
Entro en la boca de una maquina
Que se revela a la gravedad y me eleva.

Camino por las calles de la historia,
Reposo e una pared que aprisiono,
Ahora solo fachada de la represión.
Veo miles de rueda deslizándose
Por la ancha y pretenciosa calle del monolito,
Admiro la Florida, que no discrimina
Los idiomas del mundo se entremezclan allí
Y de fondo una limosna hace mas ruido que una bocina.

Los perros son como las patas de una araña,
Una araña cuidador
Y todo es caos
Todo es tan vacío
Cuando el mundo se muestra tan grande
Y la gente no sabe tu nombre...

Eliana Tortorella

sábado, 31 de marzo de 2012

Parpadeo


El pelo acaricia mas allá de su cintura, todo blanco, todo recuerdo.

Fue niña.
Fue adolescente.
Fue adulta.
Es espera.



                                                                                                                                Eliana Tortorella

lunes, 26 de marzo de 2012

Hoy murió el primer hombre

Pasado mañana alguien decidirá envejecer, será la primera desde que existe la eternidad.

Eliana Tortorella

JUGANDO


Ésta es una historia sin final, de un hombre entre tantos, aunque siempre un hombre perdido en la multitud puede tener un día diferente, con un instante eterno.
Horacio como cada cuarto día hábil se sentaba en el fondo del taller a separar las boletas de luz, gas, teléfono, internet, cable, rentas, tarjeta y las que no llevaban factura eran las que desequilibraban las  sumas,  los fiados, el sodero y la familia paralela de su hijo mayor. 
Todos los meses amenazaba con recortes de servicios innecesarios, los cuales mantenía pese a que las cuentas le dejaran un saldo negativo. Harto de que le pesara las cuentas, la familia y las responsabilidades, cerró su taller y se lanzó a caminar, camino hasta perder conciencia, sintió como le quemaban las piernas y sin mirar se sentó en el primer banco de cualquier plaza.
Ese día renegó ser esposo, padre y se negó a él mismo, el curso de su vida, y como hubiera sido todo si hubiera hecho esto, o aquello, si no hubiera conocido a su esposa, si fuera soltero, era un cataratas de pensamiento hirientes que lo único que buscaban era escapar de él mismo aunque sea un instante. La convulsión de catarsis fue interrumpida por una joven que al sentarse a su lado le pregunto si se sentía bien. 


Sí, efectivamente, usted esta en lo cierto. Le confirmo que la historia finalizó, si nudo ni desenlace. 

Eliana Tortorella