lunes, 23 de marzo de 2020

Antídoto

Se me metió algo en la garganta, siento como se hunde dos dedos por debajo de mí mentón a la izquierda, si me toco hasta lo siento, pincha y me hace toser. Se clava en la garganta y me quita la respiración, me asustó, dejo de besar a mí hija, a mí compañero, a mi mamá, a mí papá, a mis hermanos, a mis amigos, me quedo sola. Me doy cuánta lo mucho que me gusta abrazar, repaso mis abrazos y me doy cuenta que abrazaba a desconocidos,abrazaba indiscriminadamente, sin parar, incomodaba con los abrazos porque a veces eran inesperados, sera porque aprendí de grande a abrazar. Los imprevistos de la vida, con el mismo abrazo que daba amor hoy puedo matar. A veces amor es no tocarse, no verse, extrañarse y es otra forma que tengo de amar, puedo amar sin tocar, sin ver, porque el amor es respetar, el amor es eso, cuidar al otro y su otredad. Mientras escribo siento como se me afloja la garganta y me deja de doler la cabeza, que tendrá de especial esto de escribir que me calma la angustia que a veces se me instala como un coronavirus intentando matarme en soledad, será la escritura siempre la respuesta y mí salvación. Será por eso que escribo para no morir. Eliana Tortorella