Cuando te
conocí no sabia sostener un abrazo, mis días eran largos casi tanto como mis
llantos, me paraba en muchos lugares sin saber cual era mi nombre, besaba con pasión
y sin amor. El día que te conocí me detuve en tus pestañas, en tu forma de
caminar y me aferré a tus labios carnosos refugiándome en cada mordida como mordiendo
el tiempo, te preocupaba mis silencios y a mí decir algo incorrecto, de todos
modos lo dije, fui, soy y seré la palabra de más. Hoy ya nos conocemos mucho y todavía
te preocupan mis silencios y a mí que el mundo nos aturda.
Eliana Tortorella
Eli! este texto es muy muy bello! :)
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