lunes, 24 de enero de 2011

MADUREZ INCIERTA

Julio, es un poema, un cuento, el ladrón de olvidos, que se asoma a contarnos como es el sentimiento antes de sentirlo. De tanto espiar y sin buscar encontró a Alejandra, dueña de lilas y una oscuridad brillante que deliraba de cansancio.
Él sabía que quería empapar de sangre un baño ajeno, que sus muñecas gritaban la última poesía, el último día de pena.
Le susurro al oído que se quede y ella besó los vírgenes rincones de su ser.
Ella se fue y él fumó las páginas que no escribió.

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